lunes, 29 de septiembre de 2014

Biosimilares: ¿Solución o problema?.









Gran parte de la población desconoce qué es un medicamento biológico aunque cada vez está más implantado en la sanidad. Todos conocemos los medicamentos tradicionales de síntesis química y aquí nos encontramos la primera diferencia, ya que un biológico se fabrica empleando organismos vivos utilizando tipos concretos de células y, el producto final actúa sobre los procesos naturales del organismo, por ejemplo el mecanismo de defensa cuyo responsable es el sistema inmunitario. Los biológicos son moléculas grandes y muy complejas, se cultivan en un laboratorio en procesos que requieren un control permanente, ya que cualquier cambio en las etapas del proceso podría alterar considerablemente la composición final.





 
Hay diferentes tipos de medicamentos biológicos: anticuerpos monoclonales, vacunas, hormonas etc. Estos compuestos han supuesto un avance importante en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide, la diabetes, la esclerosis múltiple etc.
Su funcionamiento es muy parecido al de las proteínas naturales que produce nuestro organismo. Por ejemplo, los anticuerpos naturales reconocen y se unen a las proteínas de los virus que son extrañas para nuestro propio sistema inmune y a las bacterias, provocando su destrucción y ayudando así a protegernos de las infecciones.










 

Llegados a este punto hay que hablar de un nuevo término que poco a poco se irá introduciendo en la sanidad, debido a la paulatina finalización de las patentes de los medicamentos biológicos. Se trata de los biosimilares. Son medicamentos que se desarrollan para que sean parecidos a los medicamentos biológicos existentes y con los que se pretende conseguir el mismo beneficio terapéutico que el medicamento biológico original pero a un precio menor. Su proceso de fabricación es distinto al proceso que se emplea para producir el biológico original. Esto se debe a que este aspecto es propiedad del titular de la licencia del medicamento original, es decir, el fabricante de biosimilares dispone del biológico pero desconoce todo el proceso de fabricación.





 
El biosimilar tiene algunas características moleculares distintas. También pueden tener un perfil de seguridad y de efectos secundarios ligeramente distinto al del medicamento biológico. Se puede decir que es imposible conseguir una copia completamente igual del medicamento biológico original.





 
La llegada de los genéricos ha supuesto un beneficio para la población debido a su bajo coste porque es posible obtener una réplica exacta que implica el mismo beneficio y la misma seguridad, algo que en el tema de los biosimilares es imposible conseguir; no hay unanimidad ni siquiera en la comunidad científica. ¿Qué autoridad u organismo asegura el mismo beneficio terapéutico, la misma eficacia y la misma seguridad entre un biosimilar y un biológico? Estos llevan años en la práctica clínica y se conocen los riesgos que pueden desarrollar, incluso hay un registro de acontecimientos adversos (http://biobadaser.ser.es/).
Los biosimilares deben demostrar con ensayos clínicos que son comparables a los biológicos. Esto presenta dos dificultades: el tiempo y su alto coste. Aunque ya existen biosimilares, todavía deben ser aprobados por los organismos correspondientes y quién dice, que para cuando eso suceda, los fabricantes de biológicos no hayan bajado de precio sus productos.





 
Por otro lado la ciudadanía debería saber cómo se ponen los precios de los medicamentos, porque no es creíble que los precios astronómicos que alcanzan se ajusten a la realidad. O es que la industria farmacéutica tiene tal poder que pueden hacer lo que les venga en gana sin importar las consecuencias. ¿Se han olvidado de la ética? O esto solo es exigible a los profesionales sanitarios.
No hay estudios sobre el ahorro que han supuesto estos medicamentos en bajas laborales o pensiones por incapacidad y ya va siendo hora de que haya datos sobre este tema. Necesario va siendo que se democratice la sanidad pública en cuanto a su gestión, e ir dando poder decisorio a pacientes, ciudadanía y personal sanitario. Si con los biosimilares o con los biológicos se consigue un ahorro, bienvenido sea, pero que se destine a la depauperada investigación y no tengan que salir brillantes científicos, desperdiciando talento y esfuerzo y malgastando recursos económicos por parte de familias y de la sociedad en general.




Fuentes:
Medicamentos biológicos y biosimilares. Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes. IAPO.
Medicamentos biológicos y biosimilares. Guía breve para el paciente. Grupo Español de Pacientes de Cáncer. GEPAC.

Más información:
Agencia Europea de Medicamentos   http://www.ema.europa.eu
Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes (IAPO, por sus siglas en inglés).
http://www.pacientesorganizaciones.org/medicamentos biosimilares.
Organización Mundial de la Salud publica información sobre medicamentos biosimilares. http://www.WHO.int/medicines/services/inn/inn_bio/en/








viernes, 11 de julio de 2014

Another Year







La película arranca en la consulta médica de una mujer derrotada por la vida, no recuerda el momento más feliz que ha tenido, quizá porque nunca lo ha tenido finalizando con un descorazonador “nunca cambia nada”. Contrasta con la voluntad de la doctora en ir más allá de una simple receta de pastillas para dormir. Another Year es una película que indaga en la soledad y la falta de afectividad, tema ya tratado por Mike Leight en varios trabajos (Sentido y sensibilidad, El secreto de Vara Drake, etc). El matrimoino compuesto por Tom (Jim Broadbent) y Gerri (Ruth Sheen) tienen una buena posición social y ningún problema económico y solo les preocupa la soltería de su hijo. Sus vidas transcurren tranquilamente, trabajando, en su hobby: el huerto y con las visitas de amigos. En realidad viven en una burbuja feliz. Este tratamiento que da Leight a la pareja no lo considero acertado, nadie puede tener la felicidad perfecta hasta el punto de ser casi hereditaria cuando el hijo Joe (Oliver Maltman) encuentra a su chica haciendo patente la relación éxito-felicidad de la nueva pareja en contraposición con el fracaso-infelicidad de los amigos.


Admirable el trabajo que hace la protagonista -aunque es una película coral- Mary (Lesley Manville), que tiene paralelismos con el amigo de Tom, Ken (Peter Wright), hasta el punto de repetir la misma pregunta: ¿Con quién puedo irme de vacaciones?. Mary resume en una frase su problema y, en cierto modo, Leitmotiv de la pelicula cuando dice: “todos necesitamos a alguien con quien hablar”. En este mundo de soledades Mary piensa en Joe y Ken en ella, convirtiéndose las relaciones en un aquelarre enfermizo de emociones. Los personajes solitarios tienen un nexo común: el tabaco y el alcohol. Clarificador es el mensaje de la camiseta Ken: “Less thinking, more drinking” (menos pensar y más beber).


Destaco el dialogo que sostiene Tom y su amigo Ken, incluido los reveladores silencios:

Te propongo algo
Tú y yo vamos a caminar desde Witton a Landwood, tardemos lo que tardemos, parando en los bares que encontremos. ¿Qué te parece?
Te propongo algo. Yo me quedo en los bares y tú caminas.
¡Y una mierda!. Tu llevarás las mochilas.
¿Qué te parece?
En serio. Iremos en otoño
Silencio
¿Qué vamos a hacer contigo? No puedes seguir así, está claro.
Silencio

La calidad de la interpretación de Mary es inmejorable, sobrevive con notable éxito al duro esfuerzo que la somete el director cuando aguanta el plano corto con la mirada perdida, interrogando al espectador sobre qué sera su vida, en concreto me estoy acordando del plano final y epílogo del film. ¿Quieres un abrazo?, se dice en Another Year y bien podía ser su título. Una película para pensar más y beber menos.



Ficha técnica.
Título original  Another Year
Año 2010
Duración 129 min.
País Reino Unido
Director Mike Leigh
Guión Mike Leigh
Música Gary Yershon
Fotografía  Dick Pope
Reparto Jim Broadbent, Lesley Manville, Ruth Sheen, Peter Wight, Oliver Maltman, Imelda Staunton, David Bradley, Karina Fernández, Martin Savage, Michele Austin, Philip Davis, Stuart McQuarrie
Productora  Film4 / Focus Features / Thin Man Films / UK Film Council
Género  Drama | Comedia dramática
Web oficial http://www.anotheryear-movie.com








martes, 20 de mayo de 2014

Euterpe



Pocas artes hay tan admirables para entendidos y neófitos como la música. A nadie, o casi nadie, puede dejar indiferente una buena composición o una canción, hasta tal punto que es muy posible que nos acompañe toda la vida y nos evoque recuerdos. Hay músicos que han tenido grandes dificultades para desarrollar esta actividad y que han pasado con nota cuantos obstáculos han tenido que superar dejando un sello inconfundible para todos los que se han encontrado en una situación parecida. Genios y generalmente poco conocidos por el gran público. Vaya este pequeño homenaje por su ejemplo de superación y por el legado que han dejado, no sé si de la mano de Euterpe pero sí de su talento y que podemos disfrutar todos en cualquier momento.



Django Reinhardt. (1910-1943) Nació en Bélgica en el seno de una familia gitana y fue el primer músico de jazz europeo de aceptación universal, y también el más grande hasta ahora. Analfabeto, autodidacta, incapaz de escribir una sola nota o de leer una partitura, era también un hombre con poca disciplina para el estudio no obstante fue un músico extraordinario, lleno de inventiva y creatividad. Le faltaban dos dedos, debido a un incendio declarado en el carromato donde vivía. Debido a ello permaneció hospitalizado mas de un año teniendo que inventar una nueva técnica de digitación acorde a sus facultades físicas mermadas. Durante la II Guerra Mundial sus hermanos de raza sufrieron la persecución nazi y los campos de concentración, él tuvo la suerte de ser el protegido de uno de los funcionarios de la administración nazi aficionado a su música. Paradójicamente, su música fue, durante la ocupación nazi de Paris, uno de los símbolos culturales de la Resistencia. Fue una referencia indiscutible e indispensable no solo para su generación sino para todos los guitarristas de jazz posteriores.




Paul Wittgenstein. (1887-1961) Wittgenstein fue un pianista austriaco hermano del filósofo Ludwig Wittgenstein. Su casa era frecuentemente visitada por prominentes figuras de la cultura, entre ellos los compositores Brahms, Mahler y Richard Strauss, con quienes el joven Paul tocaba dúos. Durante la Primera Guerra Mundial fue herido y su brazo derecho tuvo que ser amputado. Pero dedidió continuar su carrera de pianista, usando solamente su brazo izquierdo. Estudio intensamente y arregló piezas musicales para poder tocarlas solamente con su brazo izquierdo, Maurice Ravel escribió su Concierto de Piano para la Mano Izquierda en Re Mayor especialmente para él. Debido a sus orígen judío sufrió la persecución de los nazis, especialmente sus hermanas. Volvió a hacer conciertos, llegando a ser reconocido y querido.




Michel Petrucciani. (1962-1999) Fue un pianista francés. Nació con osteogénesis imperfecta, también conocida como la enfermedad de los huesos de cristal, una afección congénita degenerativa que hacía que se le fracturaran los huesos con la más ligera presión. Nunca superó el metro de altura y sufrió terribles dolores toda su vida. Como si quisiera compensar esta maldición, el destino le concedió dos dones: un talento único y extraordinario para la música, y una carismática personalidad que cautivaba a todo el mundo y que hizo que las mujeres se enamoraran de él (no aprendió a andar con muletas hasta los 25 años y le encantaba que le llevaran, sobre todo las mujeres). La discapacidad de Petrucciani nunca supuso una limitación para él y estaba decidido a sacarle el máximo partido. No tenía tiempo para la gente que se lamentaba. “¿De qué te quejas?”, solía decir. “¡Mírame! ¡Yo estoy bien! ¡Me lo paso bien!”. Y, sin duda, lo hacía. Son las palabras de Wayne Shorter las que mejor expresan el legado y talento de Michel Petrucciani: “Hay mucha gente por ahí, de altura media y supuestamente normales, que tienen todo aquello con lo que nacieron, los brazos y demás, de la medida adecuada. Son simétricos en todos los sentidos, pero viven la vida como si no tuvieran brazos, piernas o cerebro y viven culpando. Nunca oí a Michel quejarse de nada. Nunca se quejaba de lo que veía al mirarse al espejo. Michel era un gran músico, un gran músico, y era grande, en última instancia, porque era un gran ser humano, y era un gran ser humano porque tenía la capacidad de sentir y regalar a los demás parte de ese sentimiento a través de la música. Cualquier otra cosa que se pueda decir de él es una mera formalidad, es un tecnicismo y no significa nada para mí”.









sábado, 19 de abril de 2014

Los abuelos.





                                          



                            
                                           Las expectativas adversas que existen hoy sobre la
                                           vejez, casi siempre están basadas en la ignorancia                                            o en premisas falsas.                                                                              
                                                                                        Luis Rojas Marco


      A menudo surge el recuerdo de los abuelos, bien sea por ese testigo silencioso que se llama fotografía o por cualquier otra circunstancia que triste o alegre nos depara la vida. A determinada edad se piensa en un retiro feliz y merecido, cuando no antes pensando en la lotería. Voy a referirme a los abuelos y sobre todo a las abuelas. Si vemos la vida que les ha tocado vivir nos encontramos que muchas no tuvieron ocasión de ir a la escuela y otras, aunque fueron, la enseñanza lejos de ser digno de ese nombre fue un adoctrinamiento al servicio de poderes del momento. Su vida era por y para el hogar y dedicada al marido y a los hijos cuyo número se disparó con el baby boom. Los hijos de esta época fueron la solución para suplir tantas perdidas humanas producto de la guerra y son los mismos que ahora con todo el descaro dicen que son un problema, porque supone un coste elevado para las pensiones.
     Toda una vida dedicada a que el marido esté en perfectas condiciones o lo mejor posible para que rinda en el trabajo. ¿Quién hace cuentas de lo que han aportado a la riqueza de un país? ¿Quién se lo paga? La respuesta todo el mundo la sabe. Causa indignación cuando no repugnancia el trato dado en el caso de las preferentes, al poner en peligro los ahorros de toda una vida vendiendo estos “productos” a personas que no saben de finanzas y que no se pueden defender por su edad, salud o situación económica. ¿Cuántos ejecutivos de banca tienen preferentes? Hasta la fecha nadie ha pagado por ello, con lo que se puede deducir que ha sido legal semejante atropello. Será por ello que se han animado y han hecho otro boom, en este caso el inmobiliario, donde algunos abuelos han perdido sus casas al avalar las casa de los hijos o nietos arruinando la vida de más de una generación. Han pasado de cuidadores de nietos, como si no merecieran descansar y pasear (o dedicarse a cualquier afición que les atraiga que no es incompatible ser jubilado o pensionista con ser activo), a ser el único soporte económico de la familia al quedar en paro los hijos; otra vez el escudo de un sistema que se desentiende de todo e incumple artículo tras artículo la Constitución. Y para más castigo les bajan las miserables pensiones quedando sin ninguna seguridad jurídica por parte del Estado; nadie habló de estas rebajas en sus pensiones cuando cotizaban puntualmente año tras año. Y se jactan los gobernantes de turno diciendo que han sido “valientes” con el recorte, ofendiendo la inteligencia de cualquiera (es lógico siendo tan sumisos a los poderosos se pierde la ética ipso facto), les suben el IVA pagando lo mismo que los adinerados y les insultan cobrándoles por las medicinas que ya han pagado mediante impuestos. Todo el trabajo dedicado a que un hogar funcione como un reloj suizo y que el abuelo haya proporcionado plusvalías no solo se quedan sin la justa remuneración, sino que si la abuela quedara viuda se la rebaja la pensión a la mitad por arte de “birlibirloque”, como si la mayoría de los gastos no fueran parecidos. Este es el panorama de muchos abuelos y abuelas, no todos a la vez obviamente, pero seguro que a la mayoría les afecta alguna de estas circunstancias. Y, ¿qué han hecho para merecer esto? Seguramente seguir lo que pregonaban los gerifaltes de la sociedad y quizás haya sido ese su único error (comprendo que no era nada fácil oponerse sin jugarse incluso la vida). Las fuerzas ya les escasean y depende de los hijos y nietos desprendernos de egoísmos y luchar por dignificar y valorar todo sus esfuerzos y desvelos. Vaya mi más sentido agradecimiento a todos ellos, en especial a mi abuela y mi madre (también abuela).




lunes, 31 de marzo de 2014

Héroes anónimos.










Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, 
si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que    
                                                               pueden hacer todos ustedes juntos. 
 
Mahatma Gandhi

                                                 


Cuántas veces hemos leído que una persona con una enfermedad ha hecho tal o cual proeza, seguramente que más de una. Si profundizamos un poco vemos que generalmente la hazaña siempre es de carácter deportivo. No cabe duda de que es un reto para quien lo consigue y que es digno de aplauso porque no es nada fácil de alcanzar, detrás ha habido mucho entrenamiento y tiempo para ello, mucho esfuerzo, ilusión y apoyo de su entorno. La prensa lo recoge de forma efímera, sin adentrarse en nada más y esperando una nueva gesta que sea aún mayor que la anterior y con el mensaje subliminal de que está al alcance de todos; confundiendo los verbos querer y poder de forma bienintencionada, pero muy equivocada.  Hablando de deportes, no vendría nada mal que las estrellas del deporte, en especial las del fútbol, dedicaran unas horas de su tiempo a visitar algún hospital pediátrico una vez al mes y si es posible alejado de los focos mediáticos.
Pero volviendo a lo de antes, ¿por qué tiene que ser un determinado tipo de objetivos?, ¿pueden ser una referencia de superación para los demás? Pienso que no, que para el que lo logra sin duda que sí. En cambio sí que me parece más convincente el hecho de cientos o miles de retos que día a día superan una dificultad de índole motora, intelectual, etc. Esa pareja que son capaces de convivir superando las deficiencias de una vivienda o de una comunidad de vecinos generalmente poco receptiva a hacer la vida más llevadera porque cuesta dinero adaptar el acceso o, simplemente porque se sienten “superiores” a los demás por el hecho de estar en plenitud física, que de todo hay. Esa chica o chico que saca unos estudios con más esfuerzo que los demás porque tiene dolores o se enfrenta a unas instalaciones obsoletas y por tanto hostiles que se ajustan a un canon determinado de movilidad. Y qué decir de las personas con alguna enfermedad que tienen hijos y con un esfuerzo titánico consiguen una de las metas más maravillosas como es sacarlos adelante. Otras veces es sencillamente imposible de alcanzar objetivos porque no tienen apoyo de ningún tipo o no tiene la suerte de haber encontrado un tratamiento eficaz para sus dolencias y, sin embargo, cada día se despiertan y tratan de hacer la vida más feliz a los que tienen alrededor, bien sea tratando de no quejarse (como si no tuvieran derecho) o dando ánimos. En definitiva estos pequeños retos y otros muchos, son los que conforman el acontecer diario de muchas personas y eso si que es una clara referencia de superación para todos. Que duda cabe que nunca conseguirán titulares en los periódicos, ni siquiera en el apartado de breves o como mucho figuraran en una fría estadística.
Mientras tanto seguiré aplaudiendo las proezas y sobre todo abrazando y animando a todos esos héroes y heroínas anónimos que tenemos al lado.