Gran
parte de la población desconoce qué es un medicamento biológico
aunque cada vez está más implantado en la sanidad. Todos conocemos
los medicamentos tradicionales de síntesis química y aquí nos
encontramos la primera diferencia, ya que un biológico se fabrica
empleando organismos vivos utilizando tipos concretos de células y,
el producto final actúa sobre los procesos naturales del organismo,
por ejemplo el mecanismo de defensa cuyo responsable es el sistema
inmunitario. Los biológicos son moléculas grandes y muy complejas,
se cultivan en un laboratorio en procesos que requieren un control
permanente, ya que cualquier cambio en las etapas del proceso podría
alterar considerablemente la composición final.
Hay
diferentes tipos de medicamentos biológicos: anticuerpos
monoclonales, vacunas, hormonas etc. Estos compuestos han supuesto un
avance importante en el tratamiento de enfermedades como el cáncer,
la artritis reumatoide, la diabetes, la esclerosis múltiple etc.
Su
funcionamiento es muy parecido al de las proteínas naturales que
produce nuestro organismo. Por ejemplo, los anticuerpos naturales
reconocen y se unen a las proteínas de los virus que son extrañas
para nuestro propio sistema inmune y a las bacterias, provocando su
destrucción y ayudando así a protegernos de las infecciones.
Llegados
a este punto hay que hablar de un nuevo término que poco a poco se
irá introduciendo en la sanidad, debido a la paulatina finalización
de las patentes de los medicamentos biológicos. Se trata de los
biosimilares. Son medicamentos que se desarrollan para que sean
parecidos a los medicamentos biológicos existentes y con los que se
pretende conseguir el mismo beneficio terapéutico que el medicamento
biológico original pero a un precio menor. Su proceso de fabricación
es distinto al proceso que se emplea para producir el biológico
original. Esto se debe a que este aspecto es propiedad del titular de
la licencia del medicamento original, es decir, el fabricante de
biosimilares dispone del biológico pero desconoce todo el proceso de
fabricación.
El
biosimilar tiene algunas características moleculares distintas.
También pueden tener un perfil de seguridad y de efectos
secundarios ligeramente distinto al del medicamento biológico. Se
puede decir que es imposible conseguir una copia completamente igual
del medicamento biológico original.
La
llegada de los genéricos ha supuesto un beneficio para la población
debido a su bajo coste porque es posible obtener una réplica exacta
que implica el mismo beneficio y la misma seguridad, algo que en el
tema de los biosimilares es imposible conseguir; no hay unanimidad ni
siquiera en la comunidad científica. ¿Qué autoridad u organismo
asegura el mismo beneficio terapéutico, la misma eficacia y la misma
seguridad entre un biosimilar y un biológico? Estos llevan años en
la práctica clínica y se conocen los riesgos que pueden
desarrollar, incluso hay un registro de acontecimientos adversos (http://biobadaser.ser.es/).
Los
biosimilares deben demostrar con ensayos clínicos que son
comparables a los biológicos. Esto presenta dos dificultades: el
tiempo y su alto coste. Aunque ya existen biosimilares, todavía
deben ser aprobados por los organismos correspondientes y quién
dice, que para cuando eso suceda, los fabricantes de biológicos no
hayan bajado de precio sus productos.
Por
otro lado la ciudadanía debería saber cómo se ponen los precios de
los medicamentos, porque no es creíble que los precios astronómicos
que alcanzan se ajusten a la realidad. O es que la industria
farmacéutica tiene tal poder que pueden hacer lo que les venga en
gana sin importar las consecuencias. ¿Se han olvidado de la ética?
O esto solo es exigible a los profesionales sanitarios.
No
hay estudios sobre el ahorro que han supuesto estos medicamentos en
bajas laborales o pensiones por incapacidad y ya va siendo hora de
que haya datos sobre este tema. Necesario va siendo que se
democratice la sanidad pública en cuanto a su gestión, e ir dando
poder decisorio a pacientes, ciudadanía y personal sanitario. Si con
los biosimilares o con los biológicos se consigue un
ahorro, bienvenido sea, pero que se destine a la depauperada
investigación y no tengan que salir brillantes científicos,
desperdiciando talento y esfuerzo y malgastando recursos económicos
por parte de familias y de la sociedad en general.
Fuentes:
Medicamentos biológicos y biosimilares. Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes. IAPO.
Medicamentos biológicos y biosimilares. Guía breve para el paciente. Grupo Español de Pacientes de Cáncer. GEPAC.
Más información:
Agencia Europea de Medicamentos http://www.ema.europa.eu
Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes (IAPO, por sus siglas en inglés).
http://www.pacientesorganizaciones.org/medicamentos biosimilares.
Organización Mundial de la Salud publica información sobre medicamentos biosimilares. http://www.WHO.int/medicines/services/inn/inn_bio/en/
Medicamentos biológicos y biosimilares. Guía breve para el paciente. Grupo Español de Pacientes de Cáncer. GEPAC.
Más información:
Agencia Europea de Medicamentos http://www.ema.europa.eu
Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes (IAPO, por sus siglas en inglés).
http://www.pacientesorganizaciones.org/medicamentos biosimilares.
Organización Mundial de la Salud publica información sobre medicamentos biosimilares. http://www.WHO.int/medicines/services/inn/inn_bio/en/